Entrevistas exclusivas
Falleció el ex presidente Carlos Menem, "el primer ídolo patrio del siglo XXI".
Luego de ser el líder nacional durante las décadas de los años 90 el riojano Carlos Menem, se convirtió en un líder político nato generando grandes amores y grandes odios entre su público. Es importante recordar que figuras como Néstor Kirchner durante su gestión como gobernador lo idolatro, para luego denostarlo durante su gestión como presidente.
Tal como es la política destructiva de nuestro país se encargó el periodismo junto a algunos referentes de la clase política, de desacreditar su imagen politica, luego de su partida del poder allá por los años 1999. Es decir que fueron sus propios amigos los que lo traicionaron luego de su década dorada de los años 90. Pero como dicen por allí, para amigos como esos, para que buscar enemigos.
Lo cierto es que Carlos Menem, pese a ser caratúlalo como el innombrable durante la década de los año 2000, siguió su vida política y social, e incluso trato de volver a ser presidente en el año 2003, elección la cual no la pierde, sino que para evitar una derrota en segunda vuelta decide bajar su candidatura.
Su camino como líder político, luego del año 2003, fue silencioso, pero respetuoso ante sus antiguos socios políticos y amigos, convertidos por cosas de la política en sus enemigos.
Lo cierto es que el líder peronista Riojano de nacimiento, supo enamorar al pueblo Argentino durante la década de los años 90, generando por primera vez la imagen de un líder presidencial, que seducía con su carisma, más que por su autoritarismo. La seducción del Riojano se convirtió en algo que le era propio, a su forma de hacer política, es decir si Carlos no te convencía con sus discursos políticos, te lograba convencer con sus charlas informales, llenas de alergia y el entusiasmó de un hombre del interior, no contaminado por la mezquindades de la política.
Un líder que a primera vista parecía un cabecita negra del interior, con patillas y de baja estatura, lograba en solo 15 minutos convencerte que él venía a convertirse en el nuevo líder de nuestro país, “Síganme no los voy a defraudar” nos decía para invitarnos a soñar con su gobierno. Un proyecto que invitaba a hacer una trasformación radical del estado, modernizándolo a los tiempos que corrian a fines del siglo XX.
Es así que el impensado candidato del interior llego al poder y logro modernizar el estado en menos de 10 años. Fue con la frase “Menem lo hizo “que todos aprendimos que el hombre hizo mucho, por la modernización y transformación de este país. Con el aprendimos a conocer servicios públicos de luz, agua y telefóno, dignos de un país del primer mundo. Con él soñamos que podíamos viajar y conocer el mundo, con el conocimos las primeras autopistas, con él muchos compraron su primer departamento con crédito hipotecario, con él muchos cambiaron el auto con el “plan Canje”.En fin el humilde y carismático riojano, modernizo nuestro país y nos hizo soñar que Argentina era digno de ser respetado como un país del primero mundo.
Hoy por hoy, aquellos que admiran a Cuba o Venezuela como el ejemplo, siguen faltándole el respeto al hombre que se atrevió a soñar la Argentina del siglo XXI, a soñar un peronismo moderno, el cual junto al sector privado pueda construir un estado moderno y eficiente. Pero claro,quizas un sueño que no estaba a la altura de la evolución social de nuestro país, quizás el soñó un país moderno, que muchos no se atreven a soñar aún.
Pero como dicen por allí, todo buen líder político genera grandes amores y grandes odios. Eso fue su vida, siempre lo supo Carlos Menem, pese a ser denostado durante los años 2000, se mantuvo callado y firme en que lo hercho durante su gobierno, era lo necesario para la Argentina por aquellos tiempos cuando asumió.
Quizás la poca memoria de nuestro pueblo, se olvida que previo a su gobierno la economía estaba desbastada por la hiperinflación que dejo Alfonsín, algunos se olivan el mal funcionamiento de ENTEL, de Aerolíneas Argentinas con sus aviones viejos que no cumplían sus horarios de vuelo. Algunos se olvidan que las empresas de luz, gas y agua, no hacían inversiones, en reparar sus redes, en donde podían pasar semanas o meses en hacerse un arreglo por corte de luz, gas o agua.
En fin, siempre los Argentinos fuimos un pueblo sin memoria y tirano, dado que reiteradamente denostamos a aquel que dio su vida por mejorar nuestra calidad de vida.De Carlos Menem se dijo mucho, pero lo que sí está claro que por su afán por el poder lo dejo todo, perdió su matrimonio, perdió su hijo Menem Jr. Y quizás fue eso la pérdida de su amado hijo, lo cual hizo que esa llama de carisma se fuera apagando con los años y su propia conciencia lo fue matando al no haber luchado por la verdad de la muerte de su hijo, cuando fue presidente.
Me atrevo a concluir que la moraleja que nos deja el líder Riojano, es que en la vida de un político, uno puede dejarlo todo, hasta su propia familia, pero la sociedad nunca va a estar satisfecha, siempre buscará denostar a aquel que dejó el poder político, por no haberle dado todo lo que pretendía la clase trabajadora.
Esa tiranía de nuestra sociedad, convierte a líderes como Carlos Menem, en héroes de la política del siglo XX y XXI. Dado que tal como siempre lo dije, quizás Carlos Menem, no fué un hombre perfecto, no fué un santo, tampoco fué un catedrático del derecho. Pero si fue un hombre que lucho mucho para llegar a la presidencia de la nación, nos regaló su vida para que los Argentinos tengamos un estado moderno durante 10 años.
Quizás se cometieron errores, pero ningún gobierno es perfecto, dado que está formado por hombres y el ser humano no es un ser perfecto. Eso me permite concluir que quizás Carlos Menem, fué el único que supo disfrutar su paso por la presidencia de la Nación, fué feliz y esa felicidad se la arrebataron con la pérdida de su hijo. Y es por eso que tenemos que recordar al líder riojano, como un hombre que nos enseño que el poder político se puede ejercer con alegría. Pero que, ese poder que él detento por 10 años, tiene su precio y que para él fue la pérdida de su amado hijo.
Me toca entonces despedirme de mucho más que de un ex presidente Argentino, me toca despedirme de un líder nato, de un ejemplo para los políticos del siglo XXI. El cual nos deja su principal moraleja “disfruta con felicidad tu paso por la política” porque cuando ya no estés o ya no te necesiten, siempre habrá traidores dispuestos a desacreditar tu trabajo.
Carlos Saúl Menem, “el primer héroe patrio del siglo XXI”