Tal como se conoció días atrás, el Gobierno nacional confirmó este miércoles el envío de 150 pliegos para designar jueces, fiscales y defensores, un trámite que compete al Senado, donde esos nombramientos requieren para su aprobación de mayoría simple (a diferencia de las candidaturas de la Corte Suprema), pero La Libertad Avanza cuenta con una extrema minoría de solo seis legisladores.
El anuncio lo encabezaron desde Casa Rosada el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el secretario de Justicia, Sebastián Amerio. Ambos hicieron un llamado al resto de los bloques para lograr que las postulaciones tengan luz verde.
Al comienzo del gobierno de Javier Milei -al igual que lo hiciera Alberto Fernández con propuestas de Mauricio Macri-, la recién asumida gestión retiró de la Cámara alta 62 pliegos que habían sido girados durante el gobierno del Frente de Todos.
Adorni destacó que el envío de más de un centenar de candidaturas al Poder Judicial es una medida “inédita” porque “supera la cantidad que se envió durante el primer año de los mandatos de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri”.
“Los jueces son los que meten presos a los delincuentes, a los narcos y a los políticos corruptos, los que protegen el derecho de propiedad, los que median en un conflicto laboral, los que emiten sentencia sobre el embargo de una empresa, los que deciden si un niño huérfano va a encontrar una familia”, sostuvo.
El vocero presidencial consideró que “Argentina se acostumbró a que la impunidad sea regla, que el sistema judicial solo sea instrumento para demorar causas de los políticos de turno, perseguir a una determinada persona o hacer la vista gorda cuando el tiempo apremia”.
“Esto se terminó, la justicia al servicio de la casta ahora va a ser una justicia que funcione y que esté al servicio de quién debe estar y de quién siempre debió haber estado, que es de todos los argentinos”, agregó y pidió: “El Gobierno espera que el Senado de la Nación tenga la sensatez de tomar esta iniciativa con responsabilidad absoluta”.
Por su parte, Amerio señaló que “desde el inicio de esta gestión, el Gobierno del presidente Javier Milei estableció como prioridad la designación de jueces idóneos para cubrir las vacantes que hoy existen en todo el país. Heredamos un país con las instituciones destruidas y la justicia obviamente no es una excepción”.
En ese sentido, amplió que existe “una vacancia de 30% de jueces y casi 50% de vacancias de fiscales; es decir, que uno de cada tres juzgados no tiene juez y una de cada dos fiscalías no tiene un fiscal”. “Los juicios hoy son interminables porque los juzgados no dan a basto con la cantidad de causas que tienen porque no hay jueces designados”, expresó y apuntó que cubrir las vacantes tiene como objetivo “que la sociedad pueda tener una justicia rápida, que es la justicia que se merece”.
El funcionario de la cartera de Justicia aseguró: “Todos los candidatos que estamos enviando al Senado pasaron previamente por una selección que realiza el Consejo de la Magistratura, en la que se juzga su calidad e idoneidad”.
“Esperamos que el resto de los partidos tomen este proceso con responsabilidad, ya que no se trata de sacar ventajas políticas sino de tener un Poder Judicial con las herramientas y los recursos necesarios para resolver los problemas de la gente”, añadió.
Luego, el secretario de Justicia detalló que actualmente hay 311 cargos de jueces vacantes y el Ministerio tiene en condiciones de enviar 146 candidatos; 161 fiscales vacantes, con 37 propuestas para enviar; y 80 defensores por cubrir, con 45 para enviar.
En el Senado aún resta el debate por los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema que propuso el Gobierno: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Tras pasar por audiencia pública en la Comisión de Acuerdos, los dictámenes pasaron a la firma, pero siguen sin llegar al recinto. Para aprobarse, el oficialismo requiere inevitablemente del acompañamiento de Unión por la Patria -o al menos una buena parte de sus miembros-, ya que el aval requerido es de dos tercios y con la oposición dialoguista no alcanza.