Entrevistas exclusivas
EL PRO, toma de rehén al partido justicialista de Salta
En fuerte intento de monopolizar las elecciones provinciales, el gobierno de Sáenz, va por más y ahora pretende acaparar el histórico partido que fundo Juan Domingo Perón y fué representado en Salta en sus ideales por el recordado Roberto Romero. Generando una mirada social en la política local de la provincia, que durante décadas estuvo en manos de una clase alta conglomerada y reunida en el denominado club 20 de febrero de Salta. El cual fue fundado y dirigido por el señor feudal Robustiano Patrón Costas, dueño por esos entonces del ingenio el tabacal en Oran.
Pero si bien con la llegada de Perón al gobierno nacional, se logró influenciar un poco en la democracia social de Salta, lo cierto es que recién con la llegada al gobierno provincial de Roberto Romero, los comunes del pueblo de Salta lograron llegar a ocupar cargos de poder.
Lo cierto es que de esos primeros pasos de evolución y democracia social con el tiempo el peronismo local fue teniendo infiltraciones de la oligarquía local, que buscaba retomar el poder ejecutivo con la estrategia de la infiltración.
El primer cholo en lograrlo fue Hernán Cornejo, en cual en base a un acuerdo firmado en el club 20, logro llegar al poder representando al partido justicialista de Salta, gracias al apoyo de su vicegobernador Pedro Máximo de lo Rios. El gobierno de Hernán Cornejo se encargó de limpiar la sangre de los que conducían la provincia y logro nuevamente entablar sangre azul dentro de los sectores de poder más relevantes de salta. Así también es importante recordar que Hernán Cornejo gobernó en plena híper inflación en argentina, allá por los años 1987 a 1991. Por lo que su gobierno desde el punto de vista económico fue catastrófico para el pueblo de Salta.
Si bien con posterioridad vino el gobierno de Roberto Ulloa, lo cierto es que nunca supo tener buenas relaciones con el gobierno nacional de Carlos Menem y tampoco supo mejorar la situación económica dejada por Hernán Cornejo.
Por lo que, con el devenir de los años, fue Juan Carlos Romero, el hijo del histórico Roberto Romero, el que logro nuevamente llegar al poder ejecutivo provincial, tras lograr el apoyo del líder peronista Walter Wayar. Y así se vio como nuevamente los originarios del pueblo de Salta, lograban nuevamente llegar a los cargos de poder provinciales.
Pero no se puede dejar de olvidar que el coqueteo con los cholos de club 20 de Salta, de Juan Carlos Romero, siempre fue permanente, por lo que, a diferencia de su padre, Juan Carlos, siempre se encargó de repartir algunos cargos de poder a los descendientes de los cholos locales.
Es así, que apareció Juan Manuel Urtubey, primero con perfil bajo y seductor, el cual al ser el hijo de un miembro de la Corte provincial por esos entonces y el sobrino de Mera Figueroa, le valió que rápidamente escalara posiciones dentro de las estructuras del peronismo Salteño.
Lo cierto fue que luego de 12 años de Romerismo, hacía falta buscar un candidato para que enfrentara en las elecciones a Walter Wayar, el cual en teoría se convertiría en el heredero natural del gobierno de Romero.
Pero la suerte y la astucia del joven maravilla Juan Manuel Urtubey, llevo a que, con el apoyo de los cholos, representados por el partido renovador de Salta y el Kirnerismo, lograra con esa polémica alianza llegar al poder y rebatirle la elección a Walter Wayar.
Lo cierto fue que luego de los 12 años del pseudo peronismo del joven maravilla Urtubey, el partido justicialista quedo convertido en el centro de varios sublemas, formados por el partido renovador, radicalismo y hasta el frente plural.
Poco tiempo después llega al poder ejecutivo provincial de Gustavo Sáenz representando al PRO de Mauricio Macri, por lo que se pensaba que el peronismo local tendría una etapa de dirección partidaria sin participación en el gobierno ejecutivo. Al poco tiempo esto cambio y Sáenz, ordeno que uno de sus subgobernadores Pablo Outes, se encargara de cogobernar el partido justicialista, junto a Pablo Kossinner.
Esta polémica unión entre un gobernador del Pro y el partido justicialista, si bien parecía en los primeros meses funcionar, lo cierto fue que el amor de verano duro poco y hoy se ven las discordancias de pensamiento entre Pablo Outes y los históricos del justicialismo local.
Es claro para todos los históricos del peronismo saben que los ideales y banderas del pro, no son las mismas del peronismo, por lo que se pensaba que con la llegada de Outes como un emisario de Sáenz, y siendo que Sáenz era un ex peronista venido en Macrista, se creía que el hombre puesto por Sáenz, iba a respetar los lineamientos decididos por el partido en una votación democrática, permitiendo la participación de todos los frentes y corrientes existentes en el partido. Pero eso paso a ser una simple suposición en poco tiempo y pronto lo que se pensaba de la participación del Saencismo en el partido justicialista, se está convirtiendo en la peor pesadilla del peronismo.
Es decir, que el partido fundado por Perón para defender los derechos del pueblo, se vea tomado de rehén por el PRO, un partido netamente conservador y clasista, que ha dejado a la clase trabajadora esclavizada en solo 4 años de gobierno, llevando nuevamente a un camino de concentración de riqueza como solo se vivió previo al Peronismo.
En términos claros, al parecer la falta de internas dentro del partido justicialista, dejo en claro que el partido de Perón y de Roberto Romero, al parecer fue tomado de rehén y pretende ser dirigido por gente que aún no se sabe cuáles son sus nombres y mucho menos si será el Propio Pablo Outes el cual junto a Juan Carlos Romero, los que decidirán el futuro del partido justicialista de Salta.
Lo cierto es, que de la fuerte interna desatada por la renuncia de Kossiner y otros líderes peronistas, el presidente del partido justicialista a nivel nacional José Luis Gioja, ya está enterado y está esperando su recuperación por síntomas del Covid-19, para tomar una decisión si necesita intervenir el Partido justicialista de Salta. Dado que es claro que no puede permitir que el PRO tome de rehén al partido justicialista de Salta y de ninguna provincia Argentina.
PROVEER DE CONFORMIDAD
SERÁ JUSTICIA